27 noviembre 2005

¿El tamaño importa?


Todo es cuestión de escala

A la hora de ponerme a hacer cosas, sea lo que sea, desde un pastel hasta un jersey, sieeeempre lo hago grande. No soy de las de cosas pequeñitas llenas de detalles y primores, no. Yo, caballo grande, descomunal. Así que después de hacer un par de bolsas afieltradas de un tamaño razonable, decidí lanzarme a hacer la megabolsa, esa bolsa con la que me imaginaba recorriendo las calles de la ciudad, la viva imagen de lo chic y fashionista y con espacio para guardar una agenda, un libro, un estuche, un proyecto de punto, unos pañales, un camión, un superhéroe... Vamos, todas esas cosas imprescindibles. Con esa idea en la cabeza cogí mis agujas y cuatro madejas de 100 gramos para hacer la madre de todas las bolsas y me senté a tejer en marzo. Y tejí... Y tejí... Y tejí...


¿Le queda alguna plaza de garaje libre ahí dentro?

Tejí pensando "encogerá en la lavadora, tengo que hacerlo grande". Con cada puntada repetía el mantra "encogerá, hazla grande, encogerá, hazla grande". Y, como no podía ser menos con mi historial, salió grande. Muy grande. Demasiado grande. Así que toca deshacerla y mandar la lana al exilio durante una temporada. Que nadie me hable de bolsas afieltradas...

21 noviembre 2005

El reto



No sé si fue por la emoción provocada por la asistencia multitudinaria a la quedada (¡éramos nueve!) o por una sobredosis del café del Espresso Republic, pero se produjo una bacanal del punto en la que corrieron los patrones y las buenas intenciones. Y luego llega la resaca... Resultado: dos retos, proyectos para terminar antes de la próxima quedada oficial, el 17 de diciembre.

Lizy Mae se han retado a hacer la Ene's Scarf de Scarf Style. Una, para darle buen uso a la megabola de lana que trajo de sus vacaciones italianas y la otra para tener una buena excusa para empezar un nuevo proyecto calado (¿con lana de Barcelana?). Aunque Liz tiene todo mi apoyo moral, me temo que los días de 28 horas de TurboMae© cunden demasiado. ¡Ánimo Liz!

Urraca y yo nos hemos retado a terminar un jersey del libro de Teva Durham Loop-d-loop. Bueno, no es un jersey, es un chaleco... tampoco es un chaleco, es una coraza... no, no es una coraza, es... Vale, como no encuentro ninguna foto no me quedará más remedio que tejerlo.

Por cierto, ¿qué nos hemos apostado?

13 noviembre 2005

Dos por uno



Clapotis


Tras varios años metida en el mundo del punto en inglés a través de los blogs y foros, en el último año por fin he podido quedar con gente para hacer punto en vivo y ver qué se cuece en casa. Una de las cosas que más llama la atención de mis compañeras es que tengo varios proyectos en marcha a la vez (ya sabéis, varios, como en diez o doce). A mí no me llama la atención, directamente me da vergüenza.

Porque soy lo que una anglosajona denomina "starter", es decir, que lo que me gusta del punto es empezar proyectos. Sin embargo, lo he estado pensando con detenimiento y en realidad ni siquiera es eso, porque lo que de verdad me gusta no es empezar los proyectos sino imaginarlos... acabados.

Así que, entre mis buenas intenciones para este curso (porque el año empieza en septiembre, por mucho que se empeñe el calendario en lo contrario), está la de no empezar un nuevo proyecto hasta que haya acabado dos de los que tengo en marcha.

El archirequeterepetidohastalasaciedad Clapotis que veis arriba está hecho con 7 madejas de Noro Silk Garden en el color 47. Noro, que es una marca de lanas japonesa, suele hacer colores llamativos (hay quien diría chillones), pero éste tono es la excepción que confirma la regla. La lana está hilada de tal forma que las rayas salen solas (más anchas o más estrechas dependiendo del número de puntos que tengas en la aguja) y siempre en el mismo orden, pero al cambiar de madeja ésta puede empezar en otro punto de la repetición y te da resultados distintos.



Lo mejor de este proyecto es que la construcción del chal es muy ingeniosa y no hace falta ser una experta para hacerlo, además de lo de soltar las mallas y hacer "carreras controladas" en lo que estás tejiendo, porque alimenta el lado destructivo que una tiene con resultados positivos.

El segundo proyecto que he rematado ha sido esta chaqueta del libro Baby Cashmerino de Debbie Bliss, una diseñadora inglesa que produce diseños para niños como churros, en general bastante sencillos pero siempre con algún detalle interesante.



Matinee Coat

Hace unos años, Debbie Bliss usaba lanas de Rowan para sus diseños, pero luego pasó a fabricarlas bajo su propio nombre, algo mucho más rentable que sólo producir patrones, y ahora mismo tiene una línea bastante extensa de hilos clásicos tanto en los colores como en la composición. Para hacer la chaqueta yo no he usado su baby cashmerino, sino Peruvian Baby Cashmere de elann, que es un poco más fino que el baby cashmerino y era lo que tenía a mano.



La chaqueta se remata con una cinta que se enhebra por los agujeros producidos al menguar tres punos seguidos en la cintura, donde se pasa del punto liso al punto de arroz y yo compré estas tres que veis.

¡Ahora, a empezar otra cosa!

01 noviembre 2005

El empujoncito final


Pasando el verano en la plaza de San Andrés

Llevaba tiempo pensando en empezar una bitácora de punto, pero mi natural disposición a la vaguería e indecisión, algo que se refleja en todos mis proyectos, me impedían dar el paso. Hasta que las chicas de la Tertulia Madrileña de Punto, a las que veo habitualmente, me han dado el empujoncito final... como si el día tuviera horas de sobra.

¡Va por vosotras!